Fuimos al cumpleaños de
Lu en un boliche en la ciudad vieja. Bueno, en realidad en una mesa en la calle, pero servidos por el pelado franelero de un boliche de la semipeatonal nocturna que sale al Teatro Solís. 70 pesos cada cerveza de 0.6 litros. Muy ricas las papas fritas con champignones, pero menos mal que pasaron las promotoras de Gramón Bagó regalando las gotitas contra el mal de hígado porque como algunos saben yo soy delicado del aparato digestivo, y ya venía cascoteado desde antes. Y menos mal también que las que pasaron no fueron las de Gautier, porque ésas solamente regalaban un papel.
Como a la 1:30 nos fuimos a ver qué pasaba con
La hermana menor, que dijo que tocaba a la estricta medianoche. Vichamos de afuera y ni miras de empezar ni de que hubiera gente para verlos. Así que fuimos a dejar un pis en La Ronda. En el bar de la esquina vi al guitarrista y le pregunté por la hora del show. Se puso nervioso, miraba alrededor como buscando un reloj en alguna pared. Le tiré 2 y media como para ayudarlo y terminó confirmando tipo 2 y algo. Eran las 2 menos 10.
Volvimos al cumple, nos sentamos unos minutos, abrimos los ojos grandes para no dormirnos, nos paramos, y volvimos a la otra ronda. La entrada salía 70 pesos y venía con 1 cerveza de regalo. Estaba tocando la banda de
Federico Deutsch. El loco canta bien. Un flaco peludo con onda tocaba una máquina computadora y una guitarra electroacústica. El baterista era el de los
Buenos Muchachos. El guitarrista también. Y el bajista, en lo oscuro, puede ser? También! Qué lo parió. El hermano de
Fito Páez (el otro guitarrista de bm) miraba parado con ganas de subirse, lamentando que
Pedro Dalton viva en Buenos Aires, porque si también hubiera ido ya que estaban podían tocar una versión de
Sin Hogar.
Al final el que subió a cantar fue
Tüssi Dematteis, que antes me lo encontré en el baño. No estaba seguro si era él porque no tenía campera. Cruzamos miradas pero no palabras. Al salir me encontré con
Daniel, el guitarrista de
La Teja Pride, que tocaba en
Kirlian en épocas pretéritas, con el
Papo y
Picard. Le dije que me alegra mucho que toque en Lhm, que me encanta, y que es la mejor banda del Uruguay. Me agradece y quedamos en silencio mirando uno para cada lado.
Voy arriba con
i a hacer como si fuéramos VIP. Se ve al cantante, el baterista y el bajista de Lhm parados alineados mirando el escenario. A su lado, el de los teclados besa una muchacha. Acá, al lado nuestro está
Fiore, que vino con el novio nuevo. Los músicos se fueron bajando uno a uno sucesivamente y quedó sonando la maquinola electrónica y la voz del que creo que es Deutsch. Al terminar les agradezco con un aplauso sincero y merecido.
Ahora está pasando música el dueño de La Ronda. Ya pasó
Cat Power y suena
Romeo and Julliet de
Lou Reed. Es el mejor momento de la noche, hasta ahora. Están preparando el escenario para la banda que vinimos a ver. Va a ser un espectáculo impresionante, como nos tienen acostumbrados. El cantante va a pifiar en
Batería de Jesús, pero van a seguir tocando como si nada, porque igual nunca se entiende lo que canta. Van a tocar solamente 2 canciones viejas, no van a tocar
Dragón mata Sirena, ni
Punks en tránsito, ni
Julia dice, que bastante me gustaría escuchar. Voy a sacarles varias fotos, y cuando al fin vayamos para casa vamos a pedir para llevar la cerveza que nos queda.