Una emoción difícil de describir me provoca la victoria de Uruguay en Colombia. Un hito en la sufrida realidad del futbolero de ley de hoy. Con ese espíritu elevado, la panza llena, y ganas de dormir, salgo de casa meditando, sin plan por la siguiente hora y media. Todo lo que se ve está mojado. Una llovizna casi imperceptible cae sin parar, siempre igual desde que hoy me desperté de mañana. Camino una cuadra y paro bajo un techo a pensar. Luego camino 3 cuadras más para avanzar 1 y decido que voy a seguir caminando para ahí. Luego de varias cuadras más, hago otra parada al abrigo de una luz de neón.. luego sigo andando, en la madrugada.
"When the information comes we´ll know what we´re made from.." En la calle se ve 1 peatón cada 3 cuadras. 1 auto cada 1. Y nadie más.. Pasa un 60 con display electrónico, impresión automática de boletos y GPS.. el mismo que pasaba azul, colgado de 2 cables, ahora pasa gris frente a un parque abierto, donde estaba el muro de muchos metros que terminaba en el graffiti de la esquina.. el muro de varias capas de carteles sucios pegados que ahora son palmeras, de 3 metros, cada 3 metros, que llegan hasta el baldío con cerca de hierro donde estaba el depósito.. que me hace pensar si no perdieron la lucha, o si perdimos la lucha o qué..
Siento Modern Times como una metáfora musical del hecho, y entonces paso a Metaphorical Music que me suena la música más bella que podría escuchar. La lluvia sigue cayendo pero no me doy cuenta.. es como si secara antes de llegar.. tengo húmedo mi pelo largo, pero no mi saco negro de lana, ni los guantes, ni el pantalón deportivo ancho y gris. Los que sí la sienten son los nuevos championes, peleándose con los obstáculos del trayecto, haciéndose más míos más rápido que lo habitual.
Al llegar a casa, antes de ver la puerta, doy vuelta y regreso hacia atrás y a la derecha por cuadras. Ahí paro, y me siento un rato bajo un techo y otra luz. Me parece que justo paró de llover y que eso es increíble. Después me doy cuenta que no, que la luz de un auto cuando pasa muestra lo que las luces de la calle no. Que la llovizna es como un efecto visual intangible que al rato mi cabeza enmascara.
Las 3 en punto son cuando hago una llamada corta y retomo el camino a pie. Paso por la puerta de una fiesta, presuntamente particular, a gran intensidad de sonido beat. A los pocos metros una pareja fuera de un auto me aparece como que van apretar, luego parece que se van, luego que están peleando, y luego veo que el hombre está borracho blando, y ella no lo puede incorporar. "Se va meter en el auto?" le pregunto a ella, como preguntándole a él si lo ayudo.. pero él no puede responder, y al mismo tiempo ya lo sujeto porque va resbalando contra el auto y hacia el piso, mientras ella dice "sí" con un llanto imperceptible. Con cuidado lo sentamos, y en tanto le sube las piernas y le pone el cinto, con el mismo hilito de voz me dice gracias, en una situación repentina que ya terminó, y ya sigo caminando, con mi buena acción a un lado, y la sensación de que algo me quedó por contemplar.
Cuando por fin entro a casa veo la escena cuya imagen acompaña este relato. El estuche gris tiene una máquina de fotos, que no me molesto en revisar. Prefiero sentarme a la computadora escribiendo esto, y publicarlo, ahora.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comments:
Publicar un comentario